domingo, 28 de marzo de 2010

ARQUITECTURA. Entrevista Toyo Ito

En los últimos años, Toyo Ito ha desplegado su mano por España. En Barcelona, acaba de finalizar las torres convertidas en el reclamo de la ampliación de la Feria de Muestras. En La laguna de Torrevieja, Alicante, ha levantado un primer pabellón de su parque de la Relajación y en Logroño ha finalizado unas viviendas de protección oficial. Pero es en Madrid, en el ensanche del barrio de Vallecas, donde Ito ha sido, tal vez, más rompedor. Su programa para el parque de la Gavia proponía reciclar las aguas grises del vecindario para llenar tres estanques destinados al ocio y a refrescar la zona formando un microclima. La primera fase del parque está ya lista, sólo que... el estanque no recicla las aguas grises de los vecinos. "Tal vez en el futuro", dice. El autor de estas obras contundentes, formal y materialmente, queda lejos de quien firmara la liviana Mediateca de Sendai en Japón hace ocho años. Ito (Seúl, 1941. www.toyo-ito.co.jp) inaugura una nueva fase.

PREGUNTA. ¿Qué le ha hecho abandonar la idea de una arquitectura evanescente y ligera?

RESPUESTA. Llegué a la conclusión de que la arquitectura tiene que ser una fuerza permanente. Empleé la ligereza y la transparencia para apelar a los sentidos, para gustar a la gente. Nuestra obligación como arquitectos es contribuir a la felicidad de los hombres. Pero ese objetivo ahora lo persigo con una idea más pesada de la arquitectura.

P. ¿Por qué? ¿La ligereza se había convertido en un límite? ¿En una autoimposición?

R. Pudo ocurrir que, de la misma manera que la geometría cartesiana fue primero una característica de Mies van der Rohe y un límite después, la búsqueda de la ligereza no te permita crecer. Pero no me sucedió del todo así. Antes yo pensaba que la arquitectura debía ser fundamentalmente estética. No tenía en cuenta su sentido social. Tenía la impresión de que los arquitectos no estábamos integrados en la sociedad y debíamos de funcionar al margen. Pero a mediados de los años noventa comencé a construir en Occidente y levanté la Mediateca de Sendai con una geometría de pilares libre. No soy optimista. Pero esa salida al mundo me hizo pensar que el arquitecto podía hacer algo por la sociedad. Vi esa posibilidad.

P. ¿Por qué no había pensado antes en el componente social de la arquitectura?

R. Me parecía que tomar en consideración algo más que el hecho de construir suponía un retraso para la arquitectura y para los arquitectos.

P. ¿Por qué no le sirve la transparencia para hacer arquitectura social?

R. No es que identifique lo social con lo matérico. Al construir se emplea, fundamentalmente, hormigón y hierro. Es el cómo se utilizan esos materiales y no el qué materiales lo que genera distintas formas.

P. Aun así, en su arquitectura más reciente -los rascacielos de Tod's, Mikimoto o el Porta Fira de Barcelona- ha pasado a envolver los edificios que antes quería hacer invisibles.

R. Más que envolver, tanto en Tod's como en Mikimoto, he tratado de convertir la estructura en ornamentación. Mi objetivo, ahora, es trabajar esta idea que funde ornamento y estructura. Pero eso no es siempre posible. Exige mucho trabajo por parte de los ingenieros que trabajan con nosotros.

P. ¿De qué depende?

R. Depende del presupuesto, de las prisas y de los clientes. Piense en un hombre cualquiera que va al gimnasio. Tiene un cuerpo cuidado, musculado, es casi lógico que quiera mostrarlo. Quien no tiene ese cuerpo es lógico que se vista y disimule las imperfecciones de su cuerpo.

P. ¿Quiere decir que tiene edificios mejores y peores? ¿Algunos que pueden mostrarse desnudos y otros que deben vestirse?

R. Siempre que se puede es mejor desnudar un edificio. Pero no siempre es posible.

P. ¿Cuándo debe vestir un edificio?

R. Si no hay técnica o dinero suficiente o si hay demasiadas prisas, la estructura ornamental no es posible.

P. En España ha tenido que vestir sus edificios.

R. Sí. Pero aunque estén vestidos, siempre buscan expresar con la indumentaria todo lo que tienen dentro.

P. Cuando comenzó con su primer estudio, Urbot (Urban Robot), en los años setenta, prestaba gran atención al componente virtual de la arquitectura: la influencia y la percepción de un edificio más allá de su uso. ¿Hoy, la parte real, en forma de sostenibilidad, hace que prestemos menos atención a ese componente virtual y simbólico?

R. Lo real y lo virtual antes estaban separados en dos mundos aparte. Yo tenía curiosidad y necesidad de analizar ese componente, de ahí mi investigación con la transparencia y la ligereza. Hoy he llegado a la conclusión de que real y virtual pueden unirse. En el rascacielos Tod's, por ejemplo, la estructura expuesta expresa fuerza, pero también invita a leer la silueta de un árbol. Al intercalar vidrios entre la estructura el edificio consigue una forma abstracta.

P. Pero también muy icónica. Los edificios envueltos, aunque estén arropados por su propia estructura, resultan mucho más icónicos que los edificios ligeros. ¿Busca potenciar esa cualidad identificadora en esta nueva etapa?

R. Nunca he creído que la solución más sencilla fuese la mejor. ¿Busco ser icónico? Siempre trato de que mis edificios tengan entidad. Y cada vez hay más edificios. Cojamos las torres de Barcelona. Una es orgánica, se retuerce, y reparte su peso en diagonal, la otra es cartesiana. Hablan, se contraponen. Y el contraste es lo que me interesa para dotarlas de identidad.

P. ¿Qué opina de antiguos colaboradores suyos, como Kazuyo Sejima, que todavía no han abandonado la búsqueda de una arquitectura ligera?

R. Sejima ha podido hacerse un universo arquitectónico a su medida. Lo ligero y lo transparente son su mundo. Lo investiga y lo cultiva. Construye poco. Pero se me escapa cómo va a poder continuar indagando en ese camino. Su evolución queda fuera de mi entendimiento.

P. ¿Considera que la transparencia es un camino agotado?

R. Como mínimo, lo ligero ha dejado de ser un tema importante para mí.

P. ¿Qué le interesa investigar ahora?

R. La Ópera de Taiwán es un edificio muy experimental. Si en el siglo XX, Mies van der Rohe buscaba retículas, yo estoy buscando las retículas curvas para el siglo XXI. Me interesa más una investigación topográfica que geométrica.

P. ¿Por qué?

R. Es una manera de acercar más el hombre a la tierra.

Via: elpais.com

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