La propietaria de la vivienda pidió comodidad en tanto casa de vacaciones, y que la memoria del lugar (que había conocido el verano anterior) se respetara, alejándose de las modas.
Se trata de una vivienda entre medianeras más una planta y bajocubierta, en la que la sección se considera el elemento fundamental para la configuración del espacio, aunque ya lo era en el planteo original. Esto es, se mantiene casi en su totalidad la estructura espacial de la edificación preexistente, pero se crean espacios a doble altura, se corrigen las alturas libres, se hace una labor de limpieza de espacios y se crea un eje de luz natural que cruza la vivienda en su cuerpo principal de este a oeste, desde las puertas de acceso y a través de la escalera, la cual no posee contrahuellas para fomentar este eje visual.
En esta parte de la vivienda se ubica el programa más público, accesos, aseo, cocina-comedor, estar y el dormitorio principal, situado en el altillo y abierto al estar.
Así mismo, para fomentar la entrada de luz natural en esta zona entre medianeras, la más profunda, se abren lucernarios en la cubierta -vidrios colocados como si fuesen de losas de pizarra- sobre los espacios a doble altura que se han abierto en las diversas plantas. Para que la luz llegue a la planta baja, parte del pavimento de la planta primera en el estar se realiza con vidrio laminar transparente.
Vista desde el exterior, la casa no permite vislumbrar la riqueza interior de estos espacios.
Independiente y con su propia escalera, la zona de niños, en el cuerpo sur y a cota más baja que el anterior, alberga un dormitorio, un aseo y una zona de juegos con uso, también, de dormitorio.
Aquí, unos tubulares de acero, que van desde la cimentación hasta la cubierta, soportan la escalera y ayudan a definir los espacios. Bajo la escalera se sitúa un trastero cerrado con vidrio opaco entre los tubulares que alberga tubos fluorescentes para iluminar de forma indirecta la planta baja de esta zona.
El modelo a seguir, en cuanto a estructuración interior, era la vivienda primitiva. Carencia de corredores, las estancias sucediéndose unas a otras y la figura de las escaleras siempre presente en la planta de la vivienda. De hecho, las escaleras están en el mismo lugar que ocupaban en la configuración primitiva y apoyadas en la medianera de piedra y un nuevo muro de hormigón visto, encofrado con tablones de madera, al igual que los tablones que anteriormente separaban la escalera de las habitaciones en la casa primitiva.
Moverse en esta casa significa atravesar espacios modelados por la luz natural.
Este modelo permitirá que la vivienda sea capaz de generar varias soluciones programáticas con pequeños cambios de mobiliario.
Marcos Álvarez Montes | Foto: Santos-Díez
(via: arkinetia)
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